sábado, 18 de julio de 2009

Las ideas del escritor: origen, vida y expresión

(ACLARACIÓN: Auspicia esta entrada Deigar del blog LiterarioJuvenil que me la sugirió. ¡Gracias!)
Están en todos lados.

Adentro, afuera, arriba y abajo. En todos lados. Pero irónicamente es difícil encontrarlas.

Les puden decir que las vieron volando por el aire, que están camufladas en las palabras de las personas, que pueden ser producto de lo más interior de cada uno; y aún así, es una hazaña tremenda mantener a alguna entre las manos.

Son muy escurridizas y traviesas. Hay que tener buena memoria para que no se burlen de nosotros.

Es indispensable hablar de ellas: las ideas; que son base y, por tanto, motivo y fundamento de cualquier creación artística. En arte, todo surge a partir de una idea.

Valga la redundancia, para conocerlas hay que empezar por el comienzo.

¿De dónde vienen las ideas?

Por lo pronto, diremos que pueden estar en cualquier lado. En el caso particular de los escritores, cualquier cosa puede resultar en una idea para una historia. A veces puede surgir a partir de una charla con un amigo, de un sueño, de una canción, del libro que acabamos de terminar, de una imagen, como resultado de un viaje, de alguna experiencia vivida que puede haber sido placentera o no, de alguna frase, hasta de una única palabra, etc.

Ahora bien, que tengamos una idea no quiere decir que la tengamos formulada. O por lo menos no del todo todavía.

Las ideas, luego de surgir, tienen un tiempo de vida en el que puede ser aceptadas tales cuales aparecieron, cambiadas en algunos aspectos, transformadas por completo, cuestionadas desde distintos ángulos y, por supuesto, también pueden ser eliminadas. Esto quiere decir que no todas las ideas que surgan a lo largo del proceso de escritura van a estar reflejadas en la obra final.

Hay que seleccionar las que se ajustan a lo que buscamos y queremos conseguir. Generalmente, pesa mucho el gusto particular de cada uno y la energía que nos brinda cada idea. Si al poco tiempo de aparecer, una idea nos comienza a aburrir, posiblemente no lleguemos a desarrollarla profundamente y nos veamos tentados de abandonar en el camino.

Así vemos cómo todas -o muchas de- las ideas que contribuyan a generar nuestra historia estarán relacionadas con el TEMA que hayamos elegido y, aunque no me convence del todo el término, con el GÉNERO LITERARIO en el que lo veamos inmerso.

Por último, tenemos la expresión de la idea. Es decir, el momento en el que logramos adecuarla a nuestros gustos, a nuestra historia y a nuestros personajes. La manera de expresar las ideas dependerá siempre del estilo personal de cada uno en el que deberán sostenerse bajo un juicio coherente. Con esto me refiero a que las ideas no pueden contradecirse a lo largo de la historia.

Si elijo que la casa de mi protagonista esté pintada de color magenta, no puedo en el capítulo siguiente destarcar los distintos tonos pardos que veo en ella, a no ser que se aclare de alguna forma que la casa ha sido pintada. (Como ven, sigo teniendo ejemplos espectaculares :D )

La razón de esta coherencia es la de principalmente no confundir al lector. Aunque, claro, siempre pueden jugar con él, haciéndole creer primero una cosa y luego resolviendo otra, pero esto no se debe a un cambio de idea por parte del autor, sino al desarrollo mismo de la historia (esto se ve claramente en las historias policiales en las que se dan una serie de hipótesis ante un crimen sucedido y se cuestionan todas hasta encontrar una que sea posible y verdadera).

Ahora bien, a ustedes, en su experiencia personal, ¿sienten que sus ideas pasan por estas tres etapas? Primero, el origen, en el que la idea es recién un vago aire molestándonos en las orejas. Segundo, la vida, en el que la idea es pensada con más perspectiva y adecuada a lo que se busca. Y tercero, la expresión, en el que la idea se ve reflejada en la escritura dentro de la historia.

Todo esto de las ideas, me hizo acordar al comienzo de una canción, que seguramente no tiene nada que ver con esto, pero que, por lo menos el comienzo, me parece la perfecta descripción del pasaje de las ideas desde adentro hacia afuera.

Les dejo sólo el comienzo, en inglés y en castellano. Quizás la conozcan, forma parte del soundtrack de la película Las crónicas de Narnia: El príncipe Caspian. Por lo menos, yo la conozco de ahí. Se llama "The call" (El llamado) y es de Regina Spektor.

"It started out as a feeling

which then grew into a hope

which then turned into a quiet thought

which then turned into a quiet word.

And then that word grew louder and louder

until it was a battle cry."

"Comenzó como un sentimiento

que luego creció como una esperanza

que entonces se convirtió en un tranquilo pensamiento

que entonces se convirtió en una tranquila palabra.

Y entonces esa palabra creció más fuerte y más fuerte

hasta tratarse de un grito de batalla."

FUENTE: Las imágenes, de Google Imágenes. La letra de la canción, de YouTube.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Ay, me encantó el post!!!!
Un beso enorme, Rocío!!!!

Arantxa y Aran dijo...

yo creo que sí que pasan por las 3 etapas, lo que ocurre es que a veces son confusas las lineas que los separan y puede entremezclarse todo en un momento, no me he explicado muy bien, pero es lo que a mi me suele ocurrir, a veces las ideas que no se adecuan las guardo para otro momento/cuento o historia o despues de expresar una idea de ella deriva otra distinta, es algo dificil de explicar la mente humana supongo, aunque tu te consigues aclarar y nos dejas impresionados con todas las entradas tan bien pensadas que haces jeje ;)

Muaks! ^o^

*Arantxa*

Rocío dijo...

Hola Chule!

Muchas gracias! Me alegro de que te haya gustado.
Igualmente para vos!

Saludos,
Rocío.

Rocío dijo...

Hola Arantxa! :)

No te preocupes que se entendió bien lo que quisiste decir. Y es cierto. Digamos que desde la "teoría" podríamos decir que están esos tres pasos, pero en la "práctica" todo parece más rápido y casi simultáneo a veces, ¿no?
Está bueno que guardes las ideas que vayan surgiendo para otras historias. A mí a veces me pasa eso también, pero ¿sabés? en general soy tan testaruda que quiero incluir todas las ideas que se me ocurren en una misma historia. Una vez hasta llegué a cambiar el final de una historia, solo por agregar una idea que me había gustado :S
Con razón no termino más, jaja.

Muchas gracias por lo que me dijiste de las entradas! Me alegra poder aclarar los pensamientos y no resultar confusa.

Saludos, nos leemos, que estés bien!
Rocío.

Deigar dijo...

Hola chica! la entrada - como todas - te quedó genial, me encanta en todos los aspectos. No pudiste desglosarla de mejor manera, perfecto. Explicaste cada punto en el momento acorde, y expresaste lo que se quiere.

Saludos. Nos leemos

Rocío dijo...

Hola Deigar! :)

Muchas gracias por todo! Por la sugerencia, por el comentario y por ser tan amable! :D

Me alegro mucho de que te haya gustado.

Saludos, nos leemos en la próxima!
Rocío.

Wallo Girl dijo...

Hola!

Sí, yo también creo en las tres etapas, aunque...no te parece que las ideas de cómo desarrollar una historia nacen de otra idea? De la "idea primigenia" por decirlo así?
Por lo menos yo creo eso...en algún momento me viene una idea, la desarrollo y creo una historia a partir de ella...y luego de esa idea nacen muchas más...

No sé como lo verás tú ^^

Besos!

Rocío dijo...

Hola Wallo Girl! :)

Siii! Tenés toda la razón.
Eso pasa.
Aunque no solo se origen a veces de una idea "primigenia", sino también de cualquier idea anterior, ¿no te parece?
Como que se van desglozando una de otra y todas de una diferente. Algunas quizás surgieron de la idea primera y otras de las que fueron surgiendo después. Y quizás, a veces, ¿quién sabe?, haya más de una idea primigenia :S

Es bien raro hablar de esto porque es tan abstracto, pero a la vez me resulta tan interesante. Qué mentes complicadas tenemos los humanos y, más aún, si somos escritores.

Saludos! Hasta la próxima!
Rocío.