miércoles, 11 de noviembre de 2009

Ficcionalizando realidades (parte 1): Autor, ¿un personaje más?

Una de las condiciones que debe cumplir todo texto literario es la de la verosimilitud. Es decir, lo que se escribe no es necesario que sea verdadero, pero sí tiene que ser creíble.

Para que esto se dé, no solo son necesarias las habilidades del escritor, sino también una particular predisposición por parte del lector.

Vamos a centrarnos en la figura del primero en esta entrada, y del otro ya nos encargaremos en la segunda parte.

Decíamos que el lector debe tener una predisposición particular para empezar a leer. Ya desde antes de hacerlo o ni bien descubre que se trata de un texto literario, la cabeza del lector se pone en formato "como si". Es decir, se sumerge en la idea de que lo que está a punto de terminar puede no seguir con las reglas de la realidad que conoce. El lector lee aceptando que esas leyes que rigen su mundo quedan suspendidas "hasta nuevo aviso" y son reemplazadas por unas nuevas, las que le propone el autor. Y éstas son momentáneas, hasta que termine de leer.

Así se construye lo que se llama el "pacto narrativo", del cual ya les hablé en la última frasesilla cuando mencioné que hay un contrato implícito entre el escritor y el lector, en cómo el primero cuenta una "mentira" y el segundo, aun sabiendo que lo es, acepta creerla.

Si el lector no acepta eso, el pacto se rompe.

Entonces: el autor propone un mundo, el lector acepta sus leyes. Todos felices.

Ahora bien... La teoría siempre es perfecta, pero ¿qué pasa cuando el autor deja de ser autor y se convierte en narrador o, mejor, en varios narradores diferentes?

Porque ¿qué pasa? En la práctica, el autor no es quien nos cuenta la historia. El autor se esconde bajo la figura del narrador y cede su voz a los personajes.

No es Stephenie Meyer quien nos dice en el prefacio de Crepúsculo, "Nunca me había detenido a pensar en cómo iba a morir". Se trata de un narrador y, para ser más exactos, se trata de un personaje específico: Bella.

Parece completamente absurdo aclararlo, pero nunca viene de más diferenciar bien a autor de narrador. En primera persona, es más obvio, pero fíjense que tampoco es J.K.Rowling quien nos cuenta que "El señor y la señora Dursley, del número cuatro de Privet Drive, estaban orgullosos de decir que eran perfectamente normales y muy agradecidos por ello".

Si el texto es literario (con toda la polémica que esto pueda desencadenar debido a que no hay una definición clara de lo que es literatura -y mejor así, si me preguntan-) el autor siempre (SIEMPRE) se disfraza de personaje.

Seguro tendré por acá algún comentarista observador que apuntará: "Sí, pero ¿y las autobiografías qué?". Verán, las autobiografías son algo aparte. Mencionan al autor, por supuesto, pero la manera en que esté contada su historia será la clave. Si una autobiografía es considerada literatura, entonces el autor estará ficcionalizado, aunque sea en la manera en que se lo presenta. Si no, probablemente no sea literatura y se limite en un registro de hechos.

El autor es algo así como el reflejo del narrador: parece estar por atrás, pero NO es él; aunque a veces sintamos que podemos identificar uno con el otro.

La tarea del escritor no solo es contar un mundo, también es crear a quien lo cuenta. Es una doble tarea.

Como decía Roland Barthes (escritor/semiólogo francés), "Quien escribe no es quien existe".

Mientras ustedes se preparan para ir a dejar de existir por un rato, déjenme despedirme hasta la segunda parte.

Fuentes: Seppia, O.- Etchemaite, F.-Otros. Entre libros y lectores I. Lugar Editorial. s/d. s/d. Del fragmento de Crepúsculo: Meyer, Stephenie. Crepúsculo. Santillana Ediciones (Alfaguara). Buenos Aires. 2008. Del fragmento de HP: Rowling, J.K. Harry Potter y la piedra filosofal. Ediciones Salamandra. Barcelona. 2002. De la imagen, Google Imágenes.

11 comentarios:

Missbook asg dijo...

me entregaron un lindo premio y he querido pasártelo para que seas igual de feliz que yo al recibirlo
esta en este link
http://missbook-asg.blogspot.com/2009/11/noticias-de-ultima-hora.html

Cristina Puig dijo...

Un buen post, gracias por compartirlo.

Un saludo,
C.Puig

Anónimo dijo...

Me encantó la entrada. Mis aplausos ^^

Wallo Girl dijo...

Hola!
Me parece un tema muy interesante este!^^
Y creo que lo del narrador es algo que sí, hay que saber diferenciar. Hay algunas veces que se ve muy claro (como en los ejemplos que has puesto) pero en otros creo que no (estoy pensando en Moccia, cuando habla en 3ª persona, no sé, en la forma en la que escribe, parece que es él, pero vete tú a saber :S)

Saludos!

Rocío dijo...

Hola a TODAS! :)

¡Gracias por sus comentarios!

MISSBOOK: Gracias por el premio!

CRISTINA y CHULE: Gracias a ustedes, me alegro mucho de que les haya gustado.

WALLO GIRL: Sí, no niego que a veces lo del narrador se presta a confusión, pero hay que ser discriminatorios. El narrador nunca es el autor, por mucho que nos quiere engañar.

Saludos,
Rocío.

xikitas dijo...

Más bien el autor es todos sus personajes y ninguno. Él es el creador y, desde mi punto de vista, se vuelca a él mismo en las personalidades de la trama.
Buena observación esa del narrador literario, tan obvia que a veces la olvidamos.
Saludos

♪Mariana *-° dijo...

y .. como siempre llego atrasadísima..
Pero llego, no podia no venir!
Nunca me había puesto a pensar en que ciertamente "Quien escribe no es quien existe", me conmociono un poco, pero es verdad. Nosotros le damos nuestra vida al personaje, asi es como ellos existen y el escritor no mas "hasta nuevo aviso"

Perfecta como siempre la entrada♥

Giuly dijo...

WOW!
hace rato no me pasaba por tu blog porque andaba sin internet,,,
me encanto esta entrada!
creo que deberia ponerme a leer varios artículos de tu blog..asi recuerdo un par de cosas ahora que ando con ganas de escribir de nuevo! jeje
sigue asi! habia olvidado lo buena que eras haciendo esto =)

Rocío dijo...

Hola XIKITAS! :)

Sí, también creo que el autor vuelca algo propio en todos sus personajes, que es un poquito de cada uno.
Quizás, si los juntamos a todos, entendemos mejor quién está detrás de la historia.

¡Gracias por comentar!
Saludos,
Rocío.

Rocío dijo...

Hola MARIANA! :)

Ey, no te aflijas, lo importante es que venís ;-)
Algunas reflexiones shockean, es cierto. Pero eso es lo bueno de reflexionar, no? Me encanta que pensemos en la escritura y en todo lo que hay alrededor de ella.

Eso de "hasta nuevo aviso" está muy bueno. Es cierto, el escritor "se va" hasta el final de la obra, hasta que cerramos el libro y volvemos a la realidad.

Saludos,
Rocío.

Rocío dijo...

Hola GIULY! :)

Bueno, ¡muchísimas gracias!
Me alegra que te guste.
Releé todo lo que quieras, no se va a ir a ningún lado ;-)

Saludos,
Rocío.