domingo, 28 de junio de 2009

La melancólica y ¿necesaria? angustia del escritor

Creo yo -y si difieren pueden decirlo- que los artistas, en general, son eternos adolescentes. Viven angustiados, sin importar la edad. Por lo tanto, disfrutan ante la idea de evadirse de la realidad insatisfactoria y expresan en sus creaciones todo lo que por alguna razón no pueden expresar en la vida real.

Los escritores, de más está decirlo, estamos incluidos en esta definición. Eternos adolescentes.
Además de la mencionada evasión, sería prudente destacar también que solemos vivir enamorados. Típico de adolescente.
Los escritores solemos vivir y disfrutar de amores platónicos. Y con platónicos no me refiero a imposibles (acepción tan difundida como incorrecta), sino a idealizados. Amores que van más allá del contacto físico. Porque los escritores sabemos que hay mucho más que eso con lo que enamorarse.

Nos enamoramos de una frase, de una sola palabra, de una ocurrencia de algún personaje, del final de una historia, del comienzo de otra; de la vida misma.

¿Es contradictorio decir que los escritores buscamos escaparnos de la realidad y a la vez amamos la vida? Sí, si lo es. Pero recuerden, eternos adolescentes. Y si hay algo que define mejor a los adolescentes y que no es el acné, es el hecho de que son contradictorios.

Dice la Real Academia que melancolía es una "tristeza vaga, profunda, sosegada y permanente, nacida de causas físicas o morales, que hace que no encuentre quien la padece gusto ni diversión en nada."

¿Y por qué se angustia un escritor? ¿Por qué nos ponemos melancólicos?

Como dije en la entrada anterior, el regular bloqueo suele angustiarnos. Nos hace dudar acerca de nuestro talento, a veces también acerca de nuestro estilo y en el peor de los casos, acerca de nosotros mismos.
Otra cosa que puede angustiar a un escritor es el terminar una obra. Sí, por supuesto: primero surge la felicidad absoluta por lo que significa llegar al final (al cual, si llegamos, lo hacemos hasta arrastrándonos con las uñas), pero a no ser que se trate de una saga, el sentimiento que sigue a esa felicidad es el de la angustia. Sentimos que una parte de nosotros se la han llevado los personajes de la historia que acabamos de terminar y que, si bien eso es gratificante, también es doloroso. Casi que ponemos el punto final y ya extrañamos estar en proceso de escritura. Solemos ser muy arraigados, por lo que nos cuesta separarnos de nuestros personajes. Odiamos terminar una historia tanto como amamos terminar una historia.

Pensamos, ¿y ahora qué? Si no sabemos la respuesta, nos preocupamos. Si sí la sabemos, tememos un poquito al pensar en arrancar todo de nuevo.
¿Voy a poder escribir algo diferente? ¿Voy a poder escribir algo más en absoluto?

También creo que la angustia, al igual que el bloqueo, es necesaria. Si al terminar una historia nos angustiamos, quizás sea una manera excelente de verificar que hemos hecho un buen trabajo. Si nos duele dejar algo es porque lo quisimos. Y recuerden: la pasión, dijimos, se transmite. Así que los lectores puede que también lo sientan.

Nos angustiamos antes de empezar. Nos angustiamos en el proceso cuando se produce el bloqueo. Nos angustiamos al final porque terminamos una etapa.
Nos angustiamos eternamente. Pero sabemos que el fin justifica la angustia. Y no importa.
No importa nada más que el producto.

Dijo Dios: "Parirás con dolor". Y me parece que se olvido intencionalmente de agregar: "pero te olvidarás de todo al ver el resultado".
De alguna manera sabía que lo terminaríamos descubriendo por nuestra cuenta.

Relájense, chicos/as. Escribir no es lo único por lo que deberíamos querer vivir.
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¿Se acuerdan del Recreo en el que les traje tres videos para dejarnos llevar por el romance? Uno era de la canción "If you're not the one" de Daniel Bedingfield. Resulta que su hermana también es cantante y la canción que sigue quizás les ayude, o simplemente les guste, para patear la angustia.
"Unwritten", por Natasha Bedingfield.
Pequeña opinión personal: el video es un poquito más, ¿cómo decirlo?, "liberador" que lo que yo hubiera considerado suficiente, pero en fin... es lo que hay y no está tan mal.
Pero por mucho, es más hermosa la letra que cualquier otra cosa.
Disfruten. Escriban. Sean felices.

(si alguien no sabe inglés, ¡avise! Veo de conseguirles una traducción. De verdad que no tiene desperdicio).

10 comentarios:

Wallo Girl dijo...

Estoy totalmente de acuerdo con TODO lo que has escrito. Jamás se me había ocurrido pensar en ello, pero es cierto, tanto lo de que somos adolescentes (aunque yo lo soy literalmente xD) como lo de que la angustia es necesaria (yo creo que incluso me gusta sentirla en todo el proceso creativo, creo que a veces me angustio aposta).
La canción ya la había escuchado (del anuncio de Pantene de hace años xD) pero nunca me había fijado en la letra, es muy buena ^^

Muchos saludos Rocío!

Anónimo dijo...

¡Diantres! Tienes razón. Somos eternos adolescentes... nunca se me había ocurrido pensarlo... ¡pero es verdad! Y yo quería terminar mi adolescencia cuanto antes ahora me doy cuenta de que nunca lo podré hacer... tendré que aceptarlo.
Es cierto. Evado la realidad y siempre escribo lo que no puedo conseguir en ella. Es por eso que nunca seré capaz de escribir un autobiografía fiel porque tendría mucho de fantasía. Es como la historieta de Quino en donde aparece Felipe de espaldas diciendo: "He decidido enfrentar la realidad así que apenas se ponga linda me avisan".
Además, creo que ahí nos estaría enfrentando a la eterna pregunta filosófica: ¿Cuál es la realidad? Que ni pienso contestar porque esta clase de preguntas están hechas para hacerte perder el juicio.
Soy enamoradiza y me has hecho dar cuenta de que todo mis amores han sido idealizados... diantres... pero al enamorarme escribo nuevas historias así que será por eso que me enamoro tan seguido... por el deseo de inventar nuevas historias.
Suelo tener mucho bloqueos pero no los tomo a mal porque sé que hay una idea floreciendo a poquito en mi cabeza y que un día de estos en cualquier momento explotará en mi cabeza y escribiré de nuevo.
Me encantan tus entradas, como siempre. Tu blog es un refugio para nosotros los escritores noveles.
Besos,
Irene.

Rocío dijo...

Hola Wallo Girl ! :)

jajaja, sí, yo también soy adolescente literalmente (bah, yo me siento así por lo menos, no sé hasta qué edad es exactamente), así que es como una adolescencia doble. Por la edad y por la escritura. Buenísimo.

Tenés razón, somos medio masoquistas. Casi que nos gusta angustiarnos. Quizás porque nos recuerda que, aunque no lo parezcamos a veces, seguimos siendo humanos.

jajajajajajaa...es verdad lo de Pantene! No me había dado cuenta. En realidad, me recordaba a una propaganda pero no sabía a cual. Además, también está incluida en el soundtrack de algunas películas.

Es muy bonita. Me gusta bastante y me alegro que a vos también.

Cuidate mucho! Besos!

Rocío.

Rocío dijo...

Hola Irene! :)

Pavada de pregunta filosófica te mandaste! Muuy interesante.
O sea, ¿cuál es la realidad? ¿Qué es? ¿Varía para cada uno o es una general?
Muy loco. Una de esas cosas para pensar a medianoche, ¿no?

En cuanto a amores idealizados, ojo, no porque sean idealizados tienen menos significado ni quiere decir que ames más o menos. Son...diferentes.
Me encantó lo que dijiste de que el enamorarte te sirve para inventar nuevas historias. Muy bueno eso. Probablemente por eso somos tan enamoradizos. Nos gusta...y además nos sirve.

Me identifiqué con lo que dijiste de los bloqueos, espero que en mi caso suceda así también. Porque la verdad que este último tiempo estuve escribiendo muy poco. Pero, como decís, si la idea sigue floreciendo, esperemos que explote otra vez. Lo hará cuando sea el momento.

Muchísimas gracias por lo que dijiste del blog!! Y también por pasar y comentar siempre. Es muy importante para mí.
¡¡Gracias totales!!

Saludos,
Rocío.

Deigar dijo...

Hola chica! en esta y la anterior tienes toda la razón, aunque sea dificil y desesperante es necesario.
Y cuando se ve el producto de el gran esfuerzo, bloqueo y angustia, todo se borra, y solo admiramos el resultado: lo amamos, y queremos.
Es algo tan extraño y contradictorio como lo decias, aunque yo si soy adolescente, los escritores siempre lo somos, eternamente.

Magnifica como siempre.

Saludos. Cuidate

Missbook asg dijo...

purita verdad.
no se como adolescentes... pero todo lo demas si, jajaj
no puedo negarlo.. en dias como hoy donde todo es negro, la luz de las palabras ilumina mis noches.
. puff, si ando depre,, sorry, ni un solo posteo alegre jjj.

pero me gusto mucho tu texto y creo q mi condicion actual da la razon a todo lo que has dicho

Anónimo dijo...

Tenia rodeando esa idea en la cabeza los escritores, los artistas tenemos ese estigma en la fren que muy bien describe "Herman Hesse" en "Demian" ese eterno adolescer, esa eterna necesidad de plasmar

Rocío dijo...

Hola Deigar!
Muchas gracias!

Es verdad, amamos el resultado. Tanto como amamos haber llegado a él.

Saludos,
Rocío.

Rocío dijo...

Hola Missbook!

Agradezco que te haya gustado el texto y que te hayas podido identificar.

Por lo otro... arriba el ánimo, eh! Vamos que para eso, como bien dijiste, también está "la luz de la palabras". Angustiarnos a veces es necesario, pero no por mucho tiempo.

Saludos, que estés bien!

Rocío.

Rocío dijo...

Hola Mario! :)

Muy bueno lo que aportaste!

El eterno adolescer, el eterno deseo de plasmar.
Definitivamente.
Porque plasmar siempre significa para quien lo hace mucho más que el simple hecho de hacerlo. ¿NO?

Saludos,
Rocío.