sábado, 11 de abril de 2009

Originalidad (parte 1): escribimos lo que leemos

Podríamos decir que una gran forma de aprender a escribir es leyendo porque lo que leemos a lo largo de toda nuestra vida suele condicionar -nos demos cuenta o no- la manera en que escribimos. Sobretodo si estamos leyendo una novela o alguna otra obra a medida que escribimos.

Pero, entonces, ¿cómo lograr la originalidad al escribir?

Ante todo, es necesario tener bien en claro que tanto conciente como incocientemente escribamos lo que escribamos, no podemos separarnos de nosotros mismos. Y como cada uno -por suerte- somos diferentes entre sí y tenemos características distintivas, el estilo propio definitivamente aparecerá en cada escrito.

Pero para pensar en cómo podemos ejercitar nuestro propio estilo, tendremos la segunda parte de este tema.

Hoy, lo que me gustaría discutir es cómo aprender de lo que leemos. De los maestros.
Lean lo que les guste, les interese, entretenga y llame la atención. Si hay variedad de autores, mejor. Y en lo posible, no se obsesionen con un solo "género", anímense a leer diferentes.

Les recomendaría que no lean evaluando el estilo del autor o pensando en "¿cómo hubiera dicho yo tal cosa?", sino, mejor, dejen que los detalles originales de cada autor, se resalten por sí solos, sorprendiéndonos cada tanto.

Debo admitir (y no porque me crea superior sino porque, de verdad, no puedo evitarlo) que yo a esta altura no puedo leer ignorando el estilo del autor, siempre busco explorarlo. Me intereso demasiado en el proceso (por eso creé este blog), casi más que en el producto, lamentablemente. Pero, como en entradas anteriores les recomendaba no pensar en la publicación al escribir, ahora les recomiendo no pensar en la escritura al leer.

Pero, inconcientemente, sí pensarlo. No sé si se entiende.

Va de nuevo, por las dudas: no lean buscando únicamente detalles originales del autor, de su estilo propio al leer; sino, dejen que éste los encuentre a ustedes.
Brevemente: cuando lean algo interesante, se van a dar cuenta.

Si están inmersos en una historia y de repente detienen la lectura para decir "Gauo, qué bien que utiliza el autor este recurso", "qué buena metáfora", "qué frase más exacta" o el simple "me gustaría poder escribir así"; entonces presten atención. Si piensan algo parecido mientras leen quiere decir que están en un punto en el que es mejor entreabrir un poco los ojos de escritor que antes tenían guardados porque leían con la inocencia de un lector.

Así que, básicamente, ese es el consejo de esta entrada: que lean con ambas miradas, la del lector y la del escritor. Lo crean o no, todos las tenemos. Aprovéchenlas y aprendan de aquellos a quienes admiran.

Y finalmente todo vuelve a caer en "autoestima literaria". ¿Por qué se los recuerdo? Porque para aprender a escribir, tienen que convencerse de que tienen algo importante que decir.

¿Convencidos? Muy bien, a trabajar entonces.

Tarea: revolver libros y encontrar recursos, ideas, esencias que nos gustaría intercalar en nuestra escritura. Luego, nos leemos en la próxima para discutir sobre el estilo propio. Pero recuerden, éste aparece aún sin ser llamado. No podemos evitarlo.

Y si de originalidad se trata, les dejo una imagen de despedida sobre un "mueblicillo" interesante que quizás, como a mí, les gustaría tener:


10 comentarios:

Unknown dijo...

Justo hable (de una manera no tan directa) sobre esto con un familiar, yo le comentaba que me daba miedo leer ahora que estaba escribiendo ya que temia que el leer una nueva obra me afectara a la hora de escribir, que en vez de decir "voy a colocar esto de ESTA manera" yo diga "lo voy a colocar de la manera en que lo vi en tal libro".

Por eso en cierta forma la escritura me a arruinado la lectura porque mientras este escribiendo tengo ese miedo latente, pero si mis ganas de leer son casi incontrolables solo tengo que volver a mis antiguos libros ya devorados para darle tranquilidad a mi drogadicto literario, tambien esta situacion me ha dado un incentivo para seguir escribiendo, ya que si termino mas deprisa podre devorarme todos los libros que tengo descargados, en lista de espera y avido de tenerlos conmigo en fisico.

Pero comentando en si sobre la entrada, es definitivamente la forma que los escritores que comienzan maduren, ya que ademas de madurar a medida que escriben tambien lo hacen a medida que leen porque de alguna manera estamos experimentado las vivencias de ese autor, estamos dando un tour por su cabeza y tal vez nos llevemos un pequeño souvenir de ese viaje.

P.D: Necesito y deseo ese mueble, esta super...

Saludos.

Teo.

Rocío dijo...

Teo! :)

Exacto, ¿cómo nos damos cuenta si al escribir estamos, en realidad, copiando el estilo de otro? Quizás solo los grandes escritores que tengan experiencia pueden diferenciar el estilo propio del ajeno. Pero podemos ir intentándolo de a poco...

Si hay algo que me guste más que escribir (aunque en realidad creo que andan empatadas) es leer...como vos, soy adicta a eso. Así que sería casi imposible para mí dejar de hacerlo, pero tampoco puedo dejar de escribir...y acá es cuando nace mi manía por el proceso de escritura. Quizás porque es la única manera en que puedo leer y aprender a escribir al mismo tiempo.

Y sí, meterse en la mente del autor y tratar de pensar lo que él o ella pensó a la hora de escribir es una gran manera de ayudarnos con nuestro propio estilo.

Teo, gracias por pasar, estar y comentar siempre!!

saludos!!
Rocío.

P.D: Te apoyo con el mueble! Hay que conseguirlo!

Wallo Girl dijo...

Yo creo que en general mientras leo no pienso en el estilo del autor, leo con ojos de lectora, excepto cuando leo algo de Federico Moccia, que no puedo evitar pensar "como me gusta esta metáfora" o "me gustaría describir como él".

Ahora tengo una idea en mente sobre una historia, entonces voy a procurar no leer cosas de literatura juvenil paranormal, porque lo que quiero escribir se acerca de ese tema, entonces prefiero leer otros géneros para no sonar "típica".

Espero impacientemente la segunda parte de esta entrada =)

Un saludo y felicidades de nuevo por el blog, Rocío ^^

PD:me apunto yo también a lo del mueble xD

EFM dijo...

El tema de la originalidad es un tema muy interesante y complejo, es quizá a lo primero que te enfrentas cuando quieres escribir algo, las influencias siempre afloran desde el inconsciente lo quieras o no.

Por este motivo, y porque en mi opinión todo está inventado ya (es muy complicado que hoy en día surja una obra reveladora en la literaria universal), pienso que imitar es bueno y que no tenemos que negar nuestras influencias.

En cuanto al tema de leer mientras se escribe para mi también es un dilema, pero porque hay veces que prefiero estar centrada en mi propia historia ^^' y leer otras me pueden distraer, en cambio cuando lo hago siempre me encuentro con un nuevo vocabulario, o una forma de contar las cosas que me pueden ayudar en mi tarea.

En definitiva pienso que se puede imitar la estructura de algna obra que nos guste, el planteamiento de los personajes...porque lo que va a ser realmente original, nuestra aportación es nuestro propio estilo a la hora de narrar, aunque a veces se puede resistir u.u

Y creo que nada más, menudo rollo ^^'

Saludos desde España


Elewen

Rocío dijo...

Hola Wallo Girl!

Es verdad, a mí también me pasa de pensar más en el estilo con ciertos autores. Justo de Federico Moccia conozco sus novelas, pero no tuve la oportunidad todavía de leérmelas. Sin embargo, me pasa eso que decís vos con autores como Rosamunde Pilcher (que es mi favorita aunque no sea muy conocida), la que estoy leyendo ahora que es Care Santos y más de una vez con Stephenie Meyer.

Eso de no sonar "típica" es muy importante y quitando ciertas expresiones muy usadas, creo que eso se logra sobretodo tomando una nueva perspectiva con respecto a un tema o, en lo posible, un tema nuevo. Porque si hablás de algo que nunca antes nadie habló, no tendrás otra opción más que contarlo a través de una manera nueva.

Pero, por supuesto, hablaremos de eso en la segunda parte.
Espero que te guste y hasta entonces!

Rocío.

P.D: Muchísimas gracias por las felicitaciones!! Este blog está hecho para ustedes, yo estoy muy agradecida de que pasen y de leer todos sus comentarios! Gracias!!

P.D 2: Ya vamos, entonces, 3 x 1 para el mueble, nos tienen que hacer descuento! ajajaja...

Rocío dijo...

Hola Elewen !

Definitivamente coincido en que al escribir sacamos a la luz nuestras influencias, lo queramos o no, nos demos cuenta o no.
Y eso es bueno y es malo al mismo tiempo. Por un lado es bueno porque quiere decir que aprendimos y que lo que leímos nos transmitió algo y no fue pasajero. Por otro lado puede ser malo porque podemos no darnos cuenta si estamos muuy influenciados por un autor y corremos el riesgo de repetir algo ya dicho.

Por eso mismo, leer y escribir al mismo tiempo se torna complicado, tenemos que saber diferenciar las historias. Pero si a pesar del riesgo, se puede lograr algo bueno en nuestra escritura, yo, en lo personal, me animo a arriesgarme.

Por supuesto, echando a un lado el hecho de que no podría dejar de leer, incluso de intentarlo.

En fin, como decís, lindo lío...

Saludos para vos también, desde Argentina!

Hasta la próxima!

Rocío.

Wallo Girl dijo...

Rocío, te recomiendo encarecidamente los libros de Moccia, es mi autor favorito y creo que tiene una forma de escribir preciosa, aparte de que sus historias se te quedan en la memoria =)

No sé si salieron en Argentina...pero ojalá.

Saludos!=)

PD:creo que en la web www.federicomoccia.es se pueden leer el primer capítulo de cada libro, o si no en la de Planeta...no sé :S

Rocío dijo...

Hola otra vez Wallo Girl!

mmm...me das unas ganas de leerlo!
Pero nunca los ví en ninguna librería de por acá...
Espero que los saquen pronto!
Voy a visitar el sitio a ver si encuentro los primeros capítulos!

Gracias por la recomendación!
Voy a estar al pendiente por si salen por acá...

Saludos!

Rocío.

Unknown dijo...

¡Qué bonita entrada Rocío! Fíjate que coincido, en que uno comienza escribiendo con el estilo de los autores o del autor que frecuentas en la lectura.

Cuando comencé con mi proyecto, tenía muy claro el concepto y la idea. Iba encaminada y parecía tomar un ritmo bueno. El hecho es que hace poco, se me ocurrió la fantástica idea de revisarlo desde el prólogo y menuda sorpresa me llevé. Parecía que los capítulos hubieran sido escritos por diferentes personas. Me pareció divertido de leer, de alguna manera era refrescante. Pero definitivamente tengo que pulirlo porque tampoco quiero que la gente que lo llegue a leer piense que padezco de personalidad múltiple o algo similar.

Un beso y salu2.

Rocío dijo...

Gracias, Alexandra! :)

En cuanto a personalidad múltiple, tengo el mismo sentimiento de vez en cuando. Quizás suceda porque dejamos hablar a nuestros personajes, metiéndonos en sus mentes tan diferentes y a la vez tan parecidas a la nuestra.

Si escribís en primera persona puede que parezca medio confuso eso de ir cambiando de estilo, aunque, como decís, es refrescante. En tercera persona, sin embargo, hay un narrador que cuenta la historia, entonces quizás no sea negativo variar en recursos narrativos también para que no sea muy monótono.
Así que, adelante con esa pulida! Toda la suerte!

Hasta la próxima!

Rocío.